Las galletas Red Velvet Crinkle (o arrugas de terciopelo rojo) tienen una textura abizcochada y el sabor de un Red Velvet Cake.
para 16 galletas
• 220 g de mantequilla (1 taza)
• 415 g de azúcar (2 tazas)
• 4 huevos M
• 60 mL de buttermilk (1/4 taza)
• 480 g de harina (3 tazas y 1/3)
• 65 g de cacao en polvo (2/3 taza)
• 2 cucharaditas de levadura
• 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
• 1 cucharadita de sal
• 1 cucharadita de sal
• 1 cucharadita y media de colorante rojo en pasta (poppy red de Sugarflair)
• azúcar glas para cubrir las galletas
Si no tenéis buttermilk hay una forma muy fácil de hacerlo en casa: añadimos una cucharada (15 mL) de vinagre o zumo de limón a 250 mL de leche y removemos.
Pre-calentamos el horno a 180 ºC (160 ºC si es con ventilador).
Batimos la mantequilla para ablandarla y cuando esté cremosa, añadimos el azúcar y batimos hasta que esté integrado.
Añadimos los huevos uno a uno, esperando a que se integre uno antes de echar el siguiente.
En otro bol, tamizamos la harina, el cacao, la levadura, el bicarbonato y la sal.
Añadimos la mezcla de la harina y el buttermilk, intercalándolos para que se integren mejor.
Si la masa es muy pegajosa podemos añadir un poco más de harina para que se pueda manejar mejor.
Formamos bolas de masa, con aceite en las manos para que no se pegue y las cubrimos de azúcar glas.
Horneamos unos 15 minutos, dejamos reposar en la bandeja 10 minutos y las pasamos a una rejilla hasta que se enfríen.
• azúcar glas para cubrir las galletas
Si no tenéis buttermilk hay una forma muy fácil de hacerlo en casa: añadimos una cucharada (15 mL) de vinagre o zumo de limón a 250 mL de leche y removemos.
Pre-calentamos el horno a 180 ºC (160 ºC si es con ventilador).
Batimos la mantequilla para ablandarla y cuando esté cremosa, añadimos el azúcar y batimos hasta que esté integrado.
Añadimos los huevos uno a uno, esperando a que se integre uno antes de echar el siguiente.
En otro bol, tamizamos la harina, el cacao, la levadura, el bicarbonato y la sal.
Añadimos la mezcla de la harina y el buttermilk, intercalándolos para que se integren mejor.
Si la masa es muy pegajosa podemos añadir un poco más de harina para que se pueda manejar mejor.
Formamos bolas de masa, con aceite en las manos para que no se pegue y las cubrimos de azúcar glas.
Horneamos unos 15 minutos, dejamos reposar en la bandeja 10 minutos y las pasamos a una rejilla hasta que se enfríen.
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Galletas red velvet super esponjosas! |
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